El cuerpo es robusto y la cabeza es ligeramente distinta del cuello.
Las costillas anteriores pueden aplanarse lo que permite ampliar el cuello cuando asume una actitud amenazante, de una forma similar al cobra.
La cola es corta y las escamas dorsales son carenadas con fosas apicales en 23 a 25 filas.
Tienen dientes maxilares posteriores alargadas, dos a cada lado, y poseen una saliva ligeramente tóxica.
H. platirhinos es una excepción, y se alimenta sobre todo de sapos, contando con una inmunidad a las toxinas que ellos secretan.