Su particular vocación hacia este tema le provocó varios roces con otros políticos contemporáneos.
Con el paso del tiempo Herrera reafirmó sus conceptos, reiterando su admiración histórica por los Estados Unidos, por su pujanza y por su organización interna.
Hoy por hoy Nicaragua representa el dolor sangriento de América, que se debate entre las guerras del imperialismo, que no se para a escarniar el derecho siempre invocado en sus campañas de rapiña (...).
Herrera se manifestó reiteradas veces en desacuerdo con la política de la Buena Vecindad, impulsada por Estados Unidos.
Cuando el canciller Alberto Guani comenzó a negociar la eventual instalación de una base naval estadounidense en Punta del Este, Herrera se opuso formalmente.
En el libro, Herrera manifestaba preocupación por la pérdida del sello original de la Nación:
Todo esto hacía pensar a Herrera en la necesidad de una mística nacional, con un fondo cultural y cívico sólido.
[cita requerida] Herrera reivindica, como lo había hecho un siglo antes Francisco de Miranda, la experiencia norteamericana.
Admira a Thomas Jefferson, Benjamin Franklin, James Madison, George Washington y Alexander Hamilton.
Menciona varios sistemas políticos en los que "la libertad y el derecho conocen sanciones seductoras".
Además de Estados Unidos, cita a Inglaterra, Suiza, Países Bajos y Alemania.
Pese a los elogios al sistema estadounidense, para Herrera hubiera sido más razonable aplicar en América del Sur el modelo monárquico inglés.
Se podría considerar a Herrera como una personalidad adherida al ruralismo o agrarismo político-económico tradicional.
[cita requerida] No por eso se debe de identificar al ideario herrerista con la protección del gran latifundio.
Sobre el estatismo Herrera se pronunciaría en una de sus obras centrales “La Revolución Francesa y Sudamérica”:
Según Trías, en materia económico-social Herrera fue un pragmático, "las más de las veces conservador y liberal, aunque con destellos progresistas".
Así, en el herrerismo actual hay una firme actitud favorable a la libre empresa y la defensa de los derechos individuales.