Para Pilar su hijo, como el de muchos otros toxicómanos, no es un delincuente más, sino un enfermo.
Es por ello por lo que su vida y la de su familia cambia radicalmente al recibir constantemente amenazas.
Pilar mantiene una actitud hostil frente a los funcionarios y policías de la cárcel, que le ocasiona momentos tensos.
El personaje de Cándido Pazó es Sito, un narcotraficante con muchas influencias que en la vida real representa a Laureano Oubiña.
[3] Carlos Aguilar en su Guía del cine español calificó el largometraje de "burdo, más bien académico".