Así por ejemplo, pintó los carteles de anuncio para el primer Festival del Cante Jondo organizado en Granada, con Antonio Chacón, Manuel Torre y la Niña de los Peines como grandes estrellas.
[8] Ese año, Hermenegildo se trasladó a Azuaga, en Extremadura.
Regresó a Granada en 1926, año en el que publicó su colección de aguafuertes más conocida, las veinte “Estampas de Granada”, fundiendo los nuevos tintes expresionistas centroeuropeas con la claridad del optimismo meridional andaluz.
[10] En 1936, al estallar la Guerra Civil e iniciarse la escalada de persecuciones y violencia en Granada, Lanz tuvo que destruir todos los vínculos materiales que le habían unido a los amigos del bando que finalmente resultaría perdedor; al parecer fue el propio Falla quien le salvó del fusilamiento, gracias a la intervención de José María Pemán.
Isabel García Lorca, la hermana pequeña del poeta, dejó escritas en sus memorias, unas líneas que podrían servir de epitafio: