Un día en el que el hermano le había entregado a su hermana sardinas para el almuerzo se les aparecieron tres mujeres a la puerta de su casa, preguntando si podían pasar para descansar.
Al verlo, este le exigió saber cómo lo había conseguido, y ella se lo contó.
Cuando estaban a bordo del barco que viajaba hacia el castillo se encontraron con una gitana quien, al enterarse de la historia, transformó a la hermana en pájaro clavándole un alfiler en la cabeza, con la intención de ocupar su lugar.
La hermana, aún en forma de pájaro, voló hasta el jardín real y comenzó a cantar su historia.
Una vez fue atrapada, mientras la acariciaba, el rey notó el alfiler y al sacarlo la hermana recuperó su forma humana y pudo mostrarle que era capaz de hacer todo lo que su hermano le había contado.