Como ministro de Asuntos Exteriores, fue uno de los signatarios alemanes del Tratado de Versalles en 1919.
[4] Su segundo gabinete fue el último gabinete apoyado en una mayoría parlamentaria.
Gobierno de coalición, hubo de enfrentarse a la agudización de la crisis económica que aumentó enormemente el desempleo.
Ante el desacuerdo entre los socios de Gobierno sobre la política que se había de seguir para atender al creciente número de desempleados, Müller hubo de dimitir.
[5] A partir de su caída los Gobiernos federales realizaron su labor apoyándose cada vez más en los poderes del presidente de la república.