Aunque se conocen diversas juntas parciales formadas por las villas de la Tierra de Guipúzcoa en el siglo XIV, las celebradas en Guetaria en 1397 suponen un antes y un después en la estructuración política del territorio.
Desde entonces, y para hacer frente a la violencia del territorio guipuzcoano, los cargos de alcaldes de Hermandad contaron con atribuciones especiales para actuar en cualquier parte de Guipúzcoa, llevar las investigaciones de cada caso denunciado y dictar sentencias inapelables.
Presidida por el corregidor Gonzalo Moro (reflejo del interés del rey castellano por potenciar el nuevo ente político), las decisiones tomadas en aquella Junta se plasmaron en el primer Cuaderno de Ordenanzas de la Provincia.
Todos estos documentos se conservan en el Archivo General de Guipúzcoa (Tolosa).
El rey castellano Enrique IV concede el título a Guipúzcoa de «noble y leal».