A las religiosas de este instituto se les conoce como hermanas juanistas.
A la muerte del fundador, en 1944, el sacerdote Jorge Angarita Pardo fue quien consolidó el proyecto, animando a las primeras hermanas y atrayendo nuevas vocaciones.
Angarita también fue el encargado de escribir las primeras constituciones del instituto, junto a la primera superiora general, Blanca Ramírez.
[2] El instituto recibió la aprobación pontificia, mediante decretum laudis de 1971, del papa Pablo VI.
[1] Las hermanas juanistas tienen como principio fundamental la promoción social con el pueblo trabajador, preferentemente con la juventud y las mujeres, brindando apoyo y atención en su situación de vulnerabilidad o marginación.