La Congregación Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, cuyas asociadas son más conocidas como hermanas Lauritas, es una congregación religiosa católica fundada por Laura Montoya Upegui en el año 1914 en Dabeiba, Antioquia.
Es hablar, en su origen de la mujer colombiana que nacida en las montañas de Antioquia a finales del siglo XIX se sintió empujada por la fuerza del Espíritu desde muy temprana edad a vivir la dimensión del servicio fraterno buscando hacer más digna y más humana la vida de hermanas que por ser diferentes en su cultura, estuvieron arrinconados en las selvas de Colombia por muchos siglos, desde la época colonizadora de los grandes imperios europeos de mediados del segundo milenio.
Esa mujer, llamada Laura Montoya Upegui, sintió en su corazón el clamor y el dolor de los pueblos indios y negros de Latinoamérica.
Quería hacerles sentir, como ella había sentido, el amor de Dios Padre que nos crea, de Dios Hijo que nos salva y de Dios Espíritu que nos ilumina y fortalece.
Su ideal fue caminar con ellos, a su ritmo hasta llevarlos a recuperar aquella autonomía creadora que habían perdido y que en nuevas condiciones dignas y dignificantes vivieran su identidad en medio del nuevo mundo que había surgido a partir de la colonia y la conquista.