En 1847 fue convocado a la Plymouth Church of the Pilgrims en Brooklyn y se llegó a convertir en un famoso orador y uno de los predicadores más influyentes de su tiempo.
Entre sus ideales, defendió el derecho de las mujeres al sufragio femenino y el movimiento por la templanza.
Al mismo tiempo destacaría como uno de los principales ministros que condenaron la esclavitud, por lo que se ganó la simpatía de Frederick Douglass.
De convicciones fundamentalistas, Beecher enfatizó el amor al prójimo según la moral cristiana, y atesoró su creencia en la Biblia, por lo cual se opuso a la teoría de la evolución de Charles Darwin.
El caso se volvió un escándalo pero más tarde Beecher fue absuelto y regresó a sus actividades como ministro religioso a pesar de que se comprobó el comportamiento adúltero dado que la mujer implicada confesó.