Algunas fuentes señalan que su madre era la también pintora de aves Pauline Rifer de Courcelles, que fue la primera esposa del padre, aunque en el momento del nacimiento estaban separados y el padre vivía con su amante Cornelia van Leeuwen (1790–1848), a la que también se señala cómo madre de la artista.
[1] El padre había viajado a París en 1801 donde estuvo pintando paisajes.
La familia se trasladaba a menudo, y su padre consiguió trabajo dado clases.
Ese mismo año (1848) fue admitida como miembro activo de Arti et Amicitiae.
Tras observarlos en su estudio creaba esculturas de papel con las posturas deseadas y las preparaba con otros objetos, como muebles o ropa.
Henriëtte ganó numerosos premios gracias a sus obras y ahora sus trabajos se encuentran en varios museos.