Por lo tanto, se basa, como toda técnica inmunológica, en la demostración de la reacción antígeno-anticuerpo.
Existe una variante, llamada hemaglutinación indirecta inversa, en la que son los anticuerpos los que se fijan a las partículas marcadoras (los hematíes), siendo esta vez detectados los antígenos solubles presentes en la muestra.
En ambos casos, los hematíes marcadores actúan como portadores pasivos de los antígenos o anticuerpos fijados.
Se diferencia fundamentalmente de la hemaglutinación directa (la cual es empleada, por ejemplo, en la determinación de grupos sanguíneos), en que los hematíes-marcadores han sido sensibilizados o unidos de forma artificial al antígeno o anticuerpo.
Se usa, por ejemplo en la VDRL (Veneral Dysease Research Laboratory)[1][2]