Hay que quemar a un hombre (en italiano, Un uomo da bruciare) es una película dramática italiana de 1962 dirigida por los Hermanos Taviani y Valentino Orsini.
[1] El activista político Salvatore regresa a su Sicilia natal y crea problemas entre los campesinos, instándolos a enfrentarse a la mafia y exigir el derecho a arar sus propios campos.
Los campesinos se niegan a ayudarlo y la mafia marca a Salvatore como un alborotador.