En la mitología nórdica, Hati (del nórdico antiguo, significa odio[1]) era un lobo que perseguía a Máni (la luna) por el cielo todas las noches.
[2] Cada vez que lograba acercarse a su presa se producían eclipses lunares.
Se dice que los niños detonan los calderos y hacen bastante ruido, lo suficiente para mantenerlo alejado de la luna.
Se dice, que en el tiempo de Ragnarök, el fin del mundo, Hati alcanzará la luna y la desgarrará con sus zarpas.
Está presente el aspecto del perro no sólo como acompañante y guardián del Reino de los Muertos sino también en su función de carroñero.