Harvey Stephens

Con 6 años rodó su primer film interpretando al anticristo, Damien Thorn, en lo que posteriormente se convertiría en una obra maestra del terror La profecía de 1976, junto a Lee Remick, Gregory Peck, Billie Whitelaw y David Warner.Para lograr este papel tuvo que teñirse el cabello de rubio a moreno para combinarlo con su rostro angelical-malvado.Esa interpretación en La profecía (The Omen), fue el gran papel en toda su carrera, además de un pequeño papel en la década de 1980 en la película para televisión Gauguin el Salvaje junto a David Carradine y Lynn Redgrave.Tras finalizar sus estudios, en 2002 trabajó en el mercado bursátil londinense y desde 2004 ejerce como promotor inmobiliario.El tribunal había escuchado que Stephens usó repetidamente su bocina cuando los ciclistas Mark Richardson y Alex Manley, que andaba en bicicleta por separado, estaban uno al lado del otro en la carretera cuando uno adelantó al otro.