Fue vendedor de calderas y viajó a menudo por el país por su profesión.
Estaba muy influido por el intelectual comunista Rajani Palme Dutt, con quien forjaría una alianza que duraría años.
En sus declaraciones públicas, Pollitt fue leal a la Unión Soviética y al secretario general del PCUS, Stalin.
Defendió los juicios de Moscú, en los que Stalin liquidó a sus opositores militares y políticos.
Cuando esto resultó contrario a la política soviética, como Rajani Palme Dutt, que lo sustituyó en la secretaría general, le había advertido que ocurriría, Pollitt se vio obligado a dimitir.
Pollit se enfrentó a otra crisis en 1956, cuando Nikita Jruschov atacó el legado de Stalin.