Se caracteriza por una artrosis osteofítica, degenerativa y anquilosante de la primera articulación metatarso-falángica y de otros elementos del dedo gordo del pie.
[1] También puede producirse secundariamente a otras afecciones, como el hallux valgus, la gota o traumatismos locales u operaciones quirúrgicas.
En las primeras etapas se le denomina hallux limitus, puesto que no impide completamente la dorsiflexión.
Este dolor impide la flexión, de ahí que en algunos textos se le llame hallux flexus.
Ciertas manipulaciones no quirúrgicas pueden ser a menudo usadas con éxito para tratar pacientes con variables grados de hallus rigidus.