La violencia gráfica que había caracterizado a las entregas anteriores disminuyó, pero conservando aún la presencia de muertes en pantalla.
El doctor, que no comprende el mensaje, decide ir a dormir una siesta, dejando al paciente en una habitación del hospital.
Cuando una enfermera se da cuenta de lo sucedido, avisa a Challis, el cual persigue al asesino.
Al día siguiente, la hija de Grimbridge, Ellie (Stacey Nelkin), es llamada para reconocer a su padre.
Mientras tanto, el doctor Challis le pide a su ayudante que analice los restos del coche en el hospital.
Allí descubren que la compañía de máscaras, llamada Silver Shamrock, es propiedad del irlandés Conal Cochran (Dan O'Herlihy), quien llegó hace algunos años al pueblo.
Ellie, por su parte, descubre que el automóvil de su padre estaba en la fábrica, pero al intentar acercarse los sujetos en traje le cierran el paso.
Para demostrarle cómo funciona, Cochran le muestra a la familia Kupfet, que estaba en otra habitación.
El doctor Challis no puede soportar ver cómo del hijo de los Kupfer salen insectos y serpientes, que terminan por matar a toda la familia.
Tras esto, el doctor Challis es recluido en una habitación aislada, donde Cochran le explica que está haciendo todo esto para volver a poner de manifiesto la fiesta celta pagana Samhain, para lo que piensa gastarle una "broma" a todos los niños.