Hacienda La Victoria (Mérida)

En este mismo año fue adquirida junto con otros terrenos y mediante subasta pública por Feliciano Urdaneta, quien la bautiza por primera vez con el nombre de 'Hacienda La Victoria'.

En el año 1893 Calógero Paparoni, quien había nacido en Capo d'Orlando, se había establecido a la edad de 15 años en Santa Cruz de Mora y al comprar la hacienda decidió continuar la vieja tradición familiar del cultivo, almacenaje, secado y empaquetamiento del café utilizando la mejor maquinaria disponible en Europa.

La casa de la hacienda fue reconstruida íntegramente, gracias al deseo vehemente y entusiasta del gobernador Jesús Rondón Nucete, quien la rescata para darle una finalidad múltiple.

El gobierno estadal establece allí dos museos, el primero dedicado a los inmigrantes en Venezuela y el segundo al Café.

Enormes maquinarias atascadas en el tiempo dan cuenta de lo complejo que resultaba el procesamiento del producto.

Acompañando a la secadora están otras tantas maquinarias que en su momento, por ser las más avanzadas de la época, ayudaban a procesar la producción de café que se generaba en todo el Valle del Mocotíes.

A la entrada de este museo se puede leer una frase que el Libertador Simón Bolívar emitió para referirse a ese proceso de inmigración que vivió el país: “Venezuela desea ver entrar por su puerto a todos los hombres útiles que vengan a buscar un asilo y a ayudarnos con su industria y conocimientos, sin inquirir cual sea la parte del mundo que le haya dado vida” El Museo es no sólo una importante referencia educativa para acercarse al significado los procesos migratorios, sino para ponderar la humanidad, detrás de las estadísticas, de cuántos llegaron y cuántos se quedaron.

Calógero Paparoni.
Patio de secado del café.