[2] El presidente Sándor Garbai convocó a Peidl y le comunicó su encargo de formar Gobierno, así como la lista de ministros, que Peidl aceptó con renuencia por su cercanía al anterior gabinete.
[5] La posición del Gobierno era débil, sometida a diversas presiones: opositores en la capital, el Ejército Nacional contrarrevolucionario de Horthy, al que desertaron algunas unidades militares menores, o los oportunistas que abandonaron a los socialistas tras haber respaldado la república soviética.
[6] El gabinete contenía cuatro antiguos comisarios del Gobierno Kun, transformados rápidamente en socialdemócratas, que conservaron importantes carteras ministeriales (entre ellas Defensa o Exteriores).
[8] El mismo día, se invitó al Partido de los Pequeños Propietarios a entrar en el Gobierno, y el representante Aliado prometió el fin del bloqueo económico.
[14][16] En el resto del país, el hundimiento de la administración comunista y el vacío que creó llevaron al caos.
[16][14] La situación no era mucho mejor en la capital ocupada, donde se producían saqueos y venganzas.
[14] El día 6, la policía y parte del ejército estaban ya en manos de los conspiradores contrarrevolucionarios.
[10][17] Al mismo tiempo, un representante de los coaligados se presentó ante el gabinete, respaldado con cuarenta policías montados[18] y algunos oficiales.
[21][25] Peidl se exilió en Austria hasta su regreso a Hungría en 1921, donde retomó su actividad sindical.