[1] Siguió la carrera de Derecho en la Universidad Libre de Vitoria y fue profesor del Real Ateneo Científico, Literario y Artístico de aquella ciudad.
[1] Aunque se desempeñó profesionalmente como abogado, también cooperó al desarrollo de la literatura y el periodismo de su ciudad natal.
[1] En ese sentido, fue académico y bibliotecario de la Academia Cervántica Española[2] y director de El Anunciador Vitoriano.
[1] Una nota necrológica publicada en la revista Euskal-Erria a su muerte, acaecida en 1881, le reconocía haber trabajado «sin descanso en todas las sociedades científicas y en la mayor parte de las publicaciones de la prensa vitoriana».
[1] En los últimos años de vida ―habría muerto aún joven―, ocupó la secretaría de la diputación provincial.