Guillermo Anaud y sus 10 compañeros mártires fueron un grupo de religiosos miembros de la Inquisición Francesa contra los cátaros.
Gregorio IX en 1220 envió a unos dominicos a defender la Iglesia contra los cátaros.
Regresaron después a la ciudad por mandato del papa, pero Raimundo VII deseaba venganza.
Entraron sin resistencia en Avignonet-Lauragais y mataron al dominico Guillermo Arnaud y a diez compañeros suyos.
Uno de los conjurados presumía de haberle arrancado la lengua a Guillermo.