Desde ese momento, hizo su vida en Ecuador, aunque regresaría a Inglaterra en varios periodos para continuar con sus estudios.
Esto implicaba realizar una depuración del sistema universitario para cerrar los establecimientos que no tuvieran la mínima calidad requerida para poder ser instituciones de educación superior, lo que Long llamó la “estafa académica”.
[22][23][24] Long propuso y lideró, junto a la Canciller María Ángela Holguín de Colombia, la búsqueda de un consenso entre 9 países latinoamericanos (Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y México), para demandar del Secretario de Estado John Kerry que EE.
Fue un pilar importante de la posición ecuatoriana tanto desde la presidencia del G77 como en otros foros e instancias multilaterales.
[31] Long había sido activo internacionalmente para conseguir un desenlace al caso Assange.
UU., la Cancillería ecuatoriana tomó la decisión de cortar temporalmente el acceso al internet de Assange, argumentando que Ecuador no permitía la intromisión en asuntos soberanos, menos aún electorales, de otros Estados, pero que esa medida no guardaba relación con el asilo que buscaba precautelar la integridad y los derechos humanos del Señor Assange.
Entre otras actividades, Long asumió la presidencia del grupo de trabajo para la elaboración de un tratado sobre empresas transnacionales y derechos humanos, un tema en el que Long se implicó fuertemente.
[42] En enero de 2018, Long renunció a su nombramiento diplomático en una carta dirigida al presidente Moreno.
En su carta que hace pública, Long denuncia la deriva autoritaria y las acciones inconstitucionales del gobierno de Moreno, así como la traición al proyecto y programa de la Revolución Ciudadana.
[43][44][45] Long fue criticado, incluso por ex cancilleres, por haber sido el primer ministro de Relaciones Exteriores no nacido-ecuatoriano.
En su columna semanal, el ex canciller Francisco Carrión acusó a Long de haber dicho que “en Venezuela se respira felicidad”.
[49] Durante las elecciones de 2017, Long sostuvo que en Ecuador “han tratado de involucrar a Venezuela en el tema electoral (...) Han buscado confundir a la población con el argumento de que Ecuador se va a convertir en Venezuela (...) Pues no, Ecuador no es Venezuela".
[52] Long y otros detractores del acuerdo fueron denominados los "enemigos internos".