Mientras participaban en una guerra florida, los ejércitos en competencia se reunirían en una fecha preestablecida en un lugar preseleccionado.
Estos lugares se convirtieron en sitios sagrados y fueron llamados cuauhtlalli o yaotlalli.
Estas características permitieron a los aztecas participar en guerras florales durante cualquier época del año.
Por el contrario, los aztecas sólo podían librar guerras de conquista más importantes desde finales del otoño hasta principios de la primavera, porque los ciudadanos aztecas eran necesarios para fines agrícolas durante el resto del año.
Sin embargo, después de que pasó más tiempo, los nobles cautivos fueron asesinados junto con los plebeyos.
Esta explicación material fue propuesta inicialmente por Michael Harner y fue ampliada por Marvin Harris, aunque ha sido controvertida.
[2] En cambio, la escasez de grandes animales en Mesoamérica pudo haber impedido una evolución similar en esa región.