Mientras tanto, algunos funcionarios federales asignados a las oficinas territoriales en Utah resultaron ser incompetentes o corruptos.
Aceptando la idea de que una fuerza militar con intenciones no declaradas es, por definición, hostil, hizo preparativos para defender el territorio contra la invasión.
La mayoría de Salt Lake City había sido abandonada por temor al ejército y muchos de los mormones habían emigrado a Provo para refugiarse, justo al sur del mencionado lago.
El ejército de Johnston entró a la ciudad desierta, al comprobar que no existía ninguna rebelión se evitó continuar con las operaciones militares.
Durante la Guerra Civil, los soldados del Campo Floyd fueron retirados para ayudar a las tropas de la Unión.