[3] Desde los cinco años vivió en un circo donde hacia trapecio, trabajando con un elefante de nombre Pelé.
Criada en una familia cristiana, iba todos los domingos con sus padres a la iglesia de Nuestra Señora del Carmelo.
En su adolescencia viajó a Las Vegas (Estados Unidos), donde se perfeccionó en la danza y la actuación.
[9] Retornó al teatro y se recuerda su actuación en A reír que es bueno (2004) en "Sala Teatral del Hostal del Sol" de San Bernardo acompañada por el actor y humorista Antonio Cendra Largeaud.
En 1982 recibió un premio Victoria Aislada entregado por la AMA (Asociación de Modelos Argentinos) por su labor cumplida en Las Vegas.