Sin embargo, debido a la rotación síncrona de la Luna, no es posible rastrear a la sonda por mucho tiempo sobre el limbo de la Luna.
Estas anomalías tienen una fuerte influencia en la órbita de las sondas alrededor de la Luna, por lo que se necesita un modelo gravitatorio preciso para planear las misiones tripuladas y no tripuladas.
[4] Sin embargo, los flujos de lava por sí mismos no pueden explicar todas la variaciones gravitacionales.
También se requiere la elevación de la interfase entre la corteza y el manto.
[5] La inmensa extensión del vulcanismo basáltico en los mares asociado con el Oceanus Procellarum no posee una anomalía gravitatoria positiva.