[1][2] Fueron descubiertos durante unas excavaciones arqueológicas que se llevaron a cabo en 1926.
Las evidencias arqueológicas indican que se construyeron en el tercer milenio antes de Cristo, poco tiempo después de la elevación del montículo o ciudadela en que se encuentran.
En los bordes del este, el norte y el sur se descubrieron columnas de ladrillo.
En el complejo había una larga piscina de baño construida con ladrillos resistentes al agua.
[4] La mayoría de los expertos coinciden en que el depósito se debía utilizar para funciones religiosas, en las que el agua se usaba seguramente para purificar y renovar el bienestar de los bañistas.