En el siglo XVII la isla estaba habitada por la nación Seneca, la cual había expulsado a los indios Attawandaron.
En 1764 la isla empezó a formar parte de las colonias británicas tras la guerra franco-india.
Grand Island fue comprada por el Estado de Nueva York junto con otras pequeñas islas del río Niágara a los Iroquis.
Durante los últimos años del siglo XX la nación Seneca reclamó sus tierras acudiendo a distintos antiguos tratados americanos.
La ciudad se encuentra completamente en la isla Grand Island, en el río Niágara, el cual es frontera natural entre Canadá y Estados Unidos.