El canal utiliza agua de los ríos Kubán, Térek y Kumá, que fluyen hacia el sur y recogen principalmente agua de la vertiente norte del Cáucaso.
La complejidad del proyecto y los limitados recursos económico ralentizaron su ejecución, que fue interrumpida por la Segunda Guerra Mundial.
El lecho del canal era de tierra, sólo algunos tramos en los que predominaba la arena y la marga estaban cubiertos con protección antifiltración.
Para revestir el lecho del canal se utilizó hormigón armado monolítico.
[1] En 1984 se inició la construcción del cuarto tramo (BSK-4), cuya longitud prevista era de 57 km.
La difícil situación económica de Rusia en los años 90 retrasó la construcción del BSK-4, que no se inauguró oficialmente hasta 2006.