En la categoría reina, polémica victoria de Kenny Roberts.
Eso provocó la indignación de Barry Sheene, que comentó sentirse burlado en su propio Gran Premio.
[1] En el cuarto de litro, Ballington sufre un revés en sus aspiraciones para el título después de tener que retirarse en este Gran Premio.
La buena noticia para el sudafricano es que ninguno de su rivales más directos al título Gregg Hansford y Kenny Roberts consiguieron puntuar, por lo que su ventaja en la general continúa intacta.
La sorpresa la dio otro piloto de Minarelli, el británico Clive Horton, que se impuso al líder de la general, Eugenio Lazzarini.