Gran Incendio de Guayaquil

Al poco rato las llamas han contaminado los almacenes vecinos con frente a la ría y arden las tiendas de José Feldman con el No.159.

Por último está la casa de don Adolfo Hidalgo Arbeláez, en cuyos bajos funcionaba el Banco Territorial y la Compañía Ecuatoriana de Seguros contra Incendios, que quebró a consecuencia del siniestro, como las demás compañías de seguros que existían en Guayaquil, al no poder cubrir los daños que el público asegurado reclamaría después.

Ya nada quedaba en el Malecón porque desde Aguirre hasta el Colegio de los Sagrados Corazones todo había desaparecido.

Numerosas casas exportadoras de cacao despedían un magnífico olor a chocolate.

Esa tarde a las seis desapareció el Barrio de Las Peñas hasta la Atarazana.

Por el oeste el fuego llegó a la calle Boyacá y en la noche sopló un viento huracanado que fomentó aún más las llamas.

El miércoles 7 de octubre amaneció la ciudad en ruinas, pero el incendio continuó en dirección oeste.

Al mismo tiempo se alzó un viento huracanado en el potrero de las calles Junín y Boyacá, hacia el norte, donde numerosos fugitivos habían almacenado sus pertenencias.

Algunos baúles se levantaron del suelo hasta 30 metros de altura, desparramando su contenido.

En la Sección A fue Jefe Juan F. Fioravanti y el depósito estaba en la Bomba Ecuador en el Astillero.

La formaron Luis Adriano Dillon Reyna, Martín Aviles Garaycoa, Emilio Estrada Carmona y Tomás Gagliardo, actuando como Tesorero Guillermo Higgins Carbo.

Esa Junta levantó carpas para albergue de familias que habían quedado sin hogar sobre los solares que Martín Ycaza Paredes gratuitamente ofreció al Gobernador en el barrio del Astillero, en nombre de sus hijos Martín y Julio, los propietarios.

Por eso se conoce que la señora Adela Méndez solicitó la devolución de una máquina de coser perdida en la calle Sucre y pedía que se la depositaran en su domicilio entre las avenidas Municipalidad y Quito.

Estos retratos posiblemente no se hallaron porque a la presente fecha nadie da razón de ellos.

Otros anotaron que había más de 5.000 personas viviendo al aire libre.

Algunos opinaban que en cada portal se debían levantar paredes de tablas para albergar provisionalmente a los sin techo.

Efectuada la votación para elegir Presidente obtuvo 42 votos el doctor Cueva y 12 Abelardo Moncayo.

En esos momentos una salva de 21 cañonazos anunció que estaba instalada la Asamblea.

La firma Rohde y Compañía desalojó una gran existencia de kerosene que mantenía almacenado en la vieja Tahona, para evitar cualquier contingencia futura.

Guayaquil ,1920 después de la reconstrucción del Gran Incendio de 1896.
Mapa de Guayaquil después del incendio de 1896
La mañana del 7 de octubre de 1896
Plaza San Francisco en 1928