Gran Hermano (programa de televisión español)

Este dura unos tres meses y, durante este tiempo, los participantes deben intentar superar las nominaciones de sus compañeros hasta conseguir el premio final, a menos que la audiencia decida expulsarlos en caso de estar nominados.

Hasta la actualidad se han emitido dieciocho ediciones del formato original, todas ellas en Telecinco, cadena que ostenta los derechos de emisión en España.

Esta edición fue la primera en introducir la famosa sala de expulsión donde se les comunicaba a los participantes nominados quién de ellos debía abandonar la casa (en las ediciones anteriores la expulsión se realizaba en la cuadra).

Se forró todo de plástico, siguiendo el mismo esquema que en la cuarta edición.

Hasta entonces no se había llevado a cabo porque el concepto neerlandés lo prohibía.

El eslogan de esta edición fue "Gran Hermano, tienes mucho que ver".

Por otro lado, el último concursante fue elegido al azar entre todos los presentes a la gala inaugural del programa.

Aquí es donde se "encierra" a los concursantes antes de las galas o pruebas que requieran ciertas reformas en la casa.

Otra de las novedades que se incluyen en esta edición de Gran Hermano es la suite, una dependencia aislada de la casa y mucho más pequeña que esta, donde acuden los concursantes seleccionados por los compañeros o por la organización para superar los distintos retos que van teniendo a lo largo del concurso (el intercambio entre las gemelas Conchi y Pamela para engañar a los concursantes durante las dos primeras semanas, la falsa expulsión de Andalla y Piero, el falso intercambio Gran Hermano España-Big Brother Brasil entre Dadi y un actor portugués, etc).

El eslogan de esta edición fue: "No habrá dos días iguales porque este Gran Hermano tiene un plan".

Para completar el casting, la organización de Gran Hermano seleccionó a dos nuevas concursantes: Estefanía y Lizfanny.

Para una prueba, la anterior sala de los pájaros se convirtió en una sala con un ordenador en el que los concursantes podían enviar sus fotografías, escribir unos blogs, etc. Había una única habitación con diez camas puesto que solo eran diez concursantes, aunque tras la incorporación de Julio, Mirentxu y Lizfanny a la casa, se instalaron tres camas en el almacén.

Tras una semana de convivencia en la casa espía, Carolina Sobe, con tres votos a favor y uno en contra, fue la concursante elegida para continuar en Gran Hermano, siendo Carolina Lavín eliminada del programa al no obtener el apoyo de sus compañeros.

Este año, el proceso se dividió en dos fases: en la primera de ellas, el público eligió a través de sus votos en las páginas webs oficiales del programa los cinco concursantes que pasarían a convivir durante una semana en la antigua casa 2 para seguir competiendo por la repesca.

Además, se quiso volver a los orígenes, con una sola casa y menos concursantes.

Además, la casa pasó a tener una serie de reformas importantes: la ducha del baño ya no estaba en un habitáculo como el del váter, sino que parte de ella estaba expuesta directamente al jardín, aunque obviamente el cristal era semiopaco.

Al principio tenía una cama extra donde cualquiera podía dormir si lo deseaba, aunque más tarde se retiró para colocar escenarios de actuación u otros elementos.

Como la Ley Antitabaco prohibía filmar a los concursantes con un cigarro, existía una pequeña sala sin cámaras donde podían fumar de vez en cuando.

A ella podían acceder todos los concursantes que querían pedir algo especial una única vez cada uno.

Su deseo podía ser concedido siempre y cuando no fuera en contra de las normas del programa.

Por otro lado, la novedad más impactante se produjo a finales del concurso, donde los últimos concursantes nominaban pensando que era para expulsar, cuando en realidad era para que la audiencia eligiera a los finalistas de la edición.

Los finalistas, aun pensando que estaban expulsados, fueron llevados al plató para ser entrevistados por Mercedes Milá en una pequeña sala aislada de ruidos, ya que al seguir siendo concursantes aún no podían tener contacto con el exterior.

En un principio Alessandro escogió a David, pero este no podía ser elegido, ya que abandonó voluntariamente el concurso.

Tras finalizar Gran Hermano 12+1, Telecinco programó Gran Hermano: La Re-Vuelta, un programa especial en el que los concursantes de la edición —excepto Pepe, Noemí, Juan Antonio, Arístides y Zulema— volverían a convivir en la casa durante dos semanas con el fin de resolver conflictos.

Sin embargo, como ocurría en todas las ediciones, las expulsiones se realizaban de forma individual, por lo que cada pareja debía comunicarle a Mercedes Milá quién de los dos se expondría al veredicto del público.

La otra persona quedaría salvada, aunque si su pareja salía expulsada, podría ser nominada de forma irremediable.

Si desvelaban voluntariamente su secreto perderían 100.000€ del premio final, en caso de ganar, siendo Carlos y Marta los sancionados.

Sin embargo, ese año se pretendía mantener la tradición de que todos entraran de manera individual y sin conocer a nadie, por lo que en al entrar en la casa fueron nominados directamente.

Sin embargo, como no consiguieron ponerse de acuerdo para dar un nombre, la dirección del programa decidió que ambas plazas se dieran mediante la votación de la audiencia, siendo Dani y José María quienes consiguieron entrar en la casa días después.

No habría expulsado definitivo hasta que todos los concursantes que iniciaron su concurso en la casa secreta se mudaran a la principal, teniendo el espacio una función similar a la del palafito de Supervivientes.