Es decir, sitúa el primero en el lugar del segundo, cómo si este lo sustituyera.
La única diferencia es que en vez de captar el sonido, el usuario el escucha e interpreta.
La cantante y compositora afirmó: "Crear estas "mezclas de audio espacial" ha sido una revelación de momentos inolvidables- pequeños detalles que definen una canción, pero que al final suelen quedar escondidos en la mezcla.
", haciendo referencia al conjunto de olas sonoras (resultantes de resonancias; gestos inevitables de los creadores, a menudo accidentales; etc.) que se escapan al público muy a menudo, o, al menos, no llegan con la misma fuerza ni del mismo modo en el cual lo han vivido los propios artistas y que, por lo tanto, pretenden transmitir.
[16] Otros músicos que han partido de esta técnica para reformular su contenido han sido Pink Floyd (también en la plataforma de streaming Amazon Music), Coldplay, o Zara Larsson, entre otros.
[16] En Cataluña ha habido artistas que también se han basado en la tecnología del audio en 360° como fuente de inspiración por sus álbumes.
Así es como el público se pone en el lugar del autor mientras escribía el álbum.