Ambos sexos tienen igual plumaje, y los jóvenes son una versión más clara del adulto.Aunque a nivel mundial está catalogada como una especie bajo preocupación menor, en Europa occidental ha habido una gran disminución en las poblaciones, debido en parte a los cambios en las prácticas agrícolas que implican un aumento del uso de herbicidas y pérdida de rastrojos en invierno.Las patas son marrones claras, mientras que el pico, de un tono azul plomizo en verano, llega a ser casi negro en invierno.[10] Esta especie es la única de su grupo taxonómico sin diferencias en el plumaje entre los sexos.El plumaje juvenil se asemeja mucho al adulto, aunque los colores tienden a ser más oscuros.El patrón de colores en el rostro se identifica con facilidad a cualquier edad;[9] en la cabeza del macho joven se observa una coloración gris parda, mientras que en el adulto el píleo es cobrizo, sin tonos grises.Utiliza otros chirridos monosilábicos en los contactos sociales, y la llamada de vuelo es un teck áspero.[8] La especie fue descrita por primera vez por Carlos Linneo, en su Systema naturæ (1758) como Fringilla montana.[15] Posteriormente, fue trasladada con el gorrión común desde los pinzones (familia Fringillidae) al nuevo género Passer creado por el zoólogo francés Mathurin Jacques Brisson en 1760.[24] La especie varía poco en apariencia en toda su distribución geográfica y las diferencias entre las siete subespecies existentes reconocidas son leves.[10] La especie se ha introducido fuera de su distribución geográfica natural, pero no siempre ha podido establecerse permanentemente, quizá debido a la competencia con el gorrión común.También ha aparecido como vagabundo natural en Gibraltar, Túnez, Argelia, Egipto, Israel y Dubái.[31] En Australia Occidental es una plaga para la agricultura, donde muchas veces llega en barcos desde el sudeste de Asia.[9] El gorrión molinero manifiesta una fuerte preferencia por hábitats cercanos a humedales y rechaza anidar en explotaciones agrícolas mixtas gestionadas de manera intensiva.[37] En regiones con pocos árboles, como en Mongolia, ambas especies pueden utilizar estructuras artificiales para anidar.[45] Las parejas pueden reproducirse de forma aislada o en colonias,[46] y utilizan fácilmente las cajas nido.[12] Durante la primavera el macho canta cerca del sitio de anidación para declarar su territorio y atraer a una pareja.[48] El nido está compuesto de heno, hierba, lana u otro material,[42] y forrado con plumas[49] que favorecen el aislamiento térmico.[50] Un nido completo consta de tres capas; base, forro y cúpula.[48] La puesta típica consiste en cinco o seis huevos[33] (en Malasia suelen ser cuatro huevos),[43] de color blanco a gris claro y fuertemente marcados con pequeñas manchas, puntos o lunares;[51] miden 20 x 14 mm (0.79 x 0.55 in)[52] y pesan 2.1 g (0.074 oz), de los cuales el 7 % corresponde al cascarón.[8][12] Los jóvenes tienen una muda completa unas cinco a ocho semanas luego de emplumecer y reciben su primer plumaje adulto aproximadamente 77 días después.[56][57] Una población nidificante en los Ghats orientales de la India,[58] supuestamente introducida,[10] posiblemente hibridó con gorriones comunes.Una posible explicación es que los sitios con mayor riesgo son utilizados por aves con menores reservas de grasa corporal.[84] Los gorriones, tanto el montano como el común, pueden sufrir enfermedades infecciosas, provocadas por bacterias o por virus.Aunque las tendencias poblacionales no han sido evaluadas, no se contempla que la especie se haya acercado a límites preocupantes como para activar el protocolo de disminución poblacional de la Lista Roja de la UICN (es decir, una disminución mayor del 30 % en diez años o en tres generaciones consecutivas).[1] Aunque el gorrión molinero ha ampliado su distribución geográfica en Fenoscandia y Europa oriental, las poblaciones en gran parte de Europa occidental han disminuido[9][91] —una tendencia observada en otras aves de zonas agrícolas, como las alondras, el triguero y la avefría norteña—.[92] Este desplome de las poblaciones parece haber sido particularmente grave en Gran Bretaña, donde se produjo un descenso del 95 % entre 1970 y 1998,[93] e Irlanda, que solo tenía entre 1000 y 1500 parejas a finales de 1990.Otras ilustraciones más sencillas se utilizaron en los sellos de Bélgica, Bielorrusia, Camboya, Estonia y Taiwán., literalmente «danza de los gorriones»), popular en Sendai y que fue representada por artistas como Hokusai.Muchos filipinos en las ciudades lo confunden con la anterior ave nacional de Filipinas, el capuchino castaño (Lonchura atricapilla) —también llamado maya, pero se le diferenció específicamente en el lenguaje popular como mayang pula («maya roja»)—.