Gorm el Viejo (en danés: Gorm den Gamle), fue un caudillo vikingo danés que llegó a ser rey de Dinamarca (936-958).
[1][2][3] Su reino englobaba Jutlandia, Schleswig (hasta el río Eider), Funen, Selandia, Laaland, Falster, así como las regiones suecas de Skane y Halland.
Su poder se extendía además sobre una parte de Noruega y algunas avanzadas escandinavas que habían surgido junto a las costas del mar Báltico, pobladas por eslavos.
El rey Gorm era pagano, pero recibió amistosamente a los misioneros que le envió el rey germano, los cuales consiguieron convertir al cristianismo a su esposa Thyra Danebod.
A la muerte de Thyra, erigió las Piedras de Jelling en su memoria, donde también fue sepultado él mismo a su muerte.