Los modelos de bombo conocidos como gong drums comenzaron a proliferar a principios del siglo XIX en las orquestas de Reino Unido.
Para obras como el Requiem de Verdi, donde el compositor solicita que las cuerdas estén bien tensionadas para los golpes seco e molto forte del 'Dies irae', pero aflojadas para las notas ppp en el 'Mors stupebit', se trataba de un sistema menos apropiado, si bien puede interpretarse mediante el uso de dos instrumentos.
Henry Distin se hizo cargo de esta inquietud cuando la firma Messrs.
Distin produjo y patentó en 1857 su Monster Bass Drum (lit. bombo monstruoso), un gong drum el cual se consideró durante mucho tiempo como el bombo más grande del mundo.
[3] Aunque estos instrumentos fueron populares en el siglo XIX, particularmente en Inglaterra, su uso decayó con el tiempo.