Golpe de Estado en Guinea Ecuatorial de 1979

Tras el golpe, Obiang asumió la presidencia del país, cargo que sigue ostentando a día de hoy.

[33]​ Había pensado en renunciar a todos sus cargos y retirarse del ejército, pero sus propios compañeros de armas lo disuadieron.

[37]​ En particular, muchos soldados se adhirieron al golpe, lo cual era comprensible puesto que llevaban meses sin recibir un sueldo.

[35]​ En vísperas de la ejecución del golpe militar, Macías le pidió a Obiang que ambos se reunieran.

[49]​ Inicialmente, el plan de los golpistas era detener a Macías y mantenerlo confinado, evitando un golpe militar violento.

[48]​ Paralelamente, soldados partidarios del golpe liderados por Eulogio Oyó y Félix Ondo Mba Nchama[51]​ lograron tomar el control de la ciudad.

[8]​ La guardia, aún leal a Macías, se atrincheró en el palacio presidencial de Bata,[48]​ pero pronto este fue rodeado por las fuerzas partidarias del golpe.

[20]​ Otra versión dice que los instructores chinos habían sido obligados bajo amenaza a participar en la contraofensiva.

Las tropas golpistas estaban mejor capacitadas, eran más numerosas y contaban con algunos elementos de las fuerzas armadas gabonesas, así como con algunos marroquíes.

[35]​ En este punto se produjeron violentos enfrentamientos entre el ejército de Macías y las fuerzas golpistas, produciéndose algunas bajas.

[69]​ El nuevo gobierno dio un ultimátum a Macías para que se rindiera y cesara su lucha.

[48]​ Su ejército posteriormente se rindió[35]​ y los golpistas tomaron algunos prisioneros, avanzando hacia la carretera de Mongomo.

[35]​ Otras informaciones no verídicas[81]​ sugirieron que Macías continuaba resistiendo en otro palacio presidencial ubicado en el pueblo de Nzeng-Ayong y tenía como rehenes a una veintena de expertos cubanos, ocho consejeros militares chinos, algunos norcoreanos, un rumano y unos españoles.

[35]​ Se sabe que durante los combates en Niefang, las bajas que se produjeron fueron en general numerosas (desconociéndose el número exacto)[35]​ y que varios partidarios civiles importantes de Macías fueron fusilados, incluyendo al alcalde de Niefang Ndong Mba Owono, el jefe local del PUNT Baca Nsuy y el dirigente de las Juventudes en Marcha con Macías Santos Olo.

[8]​ Otros dirigentes de las fuerzas golpistas fueron Cristino Seriche Bioko, Santiago Bee Ayetebe y Félix Mba Ondo Nchama.

[37]​ Se restauraron los centros educacionales,[22]​ se expandió la educación primaria[22]​ y el gobierno contactó con profesores para que estos volvieran a educar a los niños del país, que en una gran parte habían caído en el analfabetismo producto de la dictadura de Macías.

[8]​[123]​[104]​ Se organizaron bailes callejeros,[104]​ marchas y cantos,[104]​ mediante los cuales la población expresó su apoyo incondicional al nuevo régimen.

[37]​ El vicepresidente del Consejo Militar Florencio Mayé Elá, otro funcionario destacado del régimen de Macías, reconoció su apoyo al dictador depuesto pero subrayó su participación en el golpe y declaró que todos los antiguos colaboradores de Macías habían cambiado "como un sólo hombre, al ver que las cosas no podían seguir por aquel camino".

[152]​ En esta reunión también se discutió acerca del tipo de juicio al que sería sometido Macías.

[156]​ El 15 de agosto Obiang invitó al Rey Juan Carlos a visitar Guinea Ecuatorial.

[49]​ El presidente de Tanzania Julius Nyerere declaró que el derrocamiento de Macías había sido «una buena lección para África» y que «igual que Idi Amin,[nota 2]​ el tirano Macías era una vergüenza para nuestro continente y la propia OUA y Tanzania no tiene ningún reparo en felicitar públicamente a quienes han destronado al dictador de Guinea Ecuatorial».

[92]​[188]​ El juicio contó con participación popular[29]​ (por lo que se temió que se produjeran disturbios)[187]​ y la presencia de un cuerpo diplomático acreditado (contando este entre otros con el embajador francés y el embajador español Juan de Andrada),[174]​[189]​ periodistas extranjeros y observadores internacionales,[92]​[187]​ entre ellos la Comisión Internacional de Juristas, que asistió a la corte para comprobar la regularidad del proceso.

[92]​ En el cine Marfil fue colgada una jaula del techo y Macías fue ingresado en ésta para que las 1500 personas presentes lo pudieran contemplar desde la sala de butacas.

[200]​ Macías pidió también que se le restituyeran sus tierras y propiedades para poder retirarse al distrito de Mongomo con su familia.

[92]​ Por su parte, el fiscal Jones adoptó una actitud histérica a la que Macías respondió con la frase "la justicia no es violencia".

[201]​ Macías volvió a rechazar todas las acusaciones y el interrogatorio se tornó muy tenso, incluyendo insultos.

[202]​ Macías aprovechó, por ejemplo, su sordera para decir que no escuchaba las preguntas formuladas por el Tribunal.

[92]​ Macías desconoció nuevamente las torturas y asesinatos masivos llevados a cabo durante su dictadura, asegurando que ignoraba el genocidio ocurrido en las distintas cárceles del país.

[92]​ Durante el juicio, Macías recibió varias amonestaciones por parte del Tribunal Militar, acusando a los jueces de parcialidad.

[92]​ Si bien los rumores no eran reales, lo cierto es que Macías intentó comunicarse con un funcionario de la embajada soviética para pedir ayuda.