Tras el golpe, Obiang asumió la presidencia del país, cargo que sigue ostentando a día de hoy.
[33] Había pensado en renunciar a todos sus cargos y retirarse del ejército, pero sus propios compañeros de armas lo disuadieron.
[37] En particular, muchos soldados se adhirieron al golpe, lo cual era comprensible puesto que llevaban meses sin recibir un sueldo.
[35] En vísperas de la ejecución del golpe militar, Macías le pidió a Obiang que ambos se reunieran.
[49] Inicialmente, el plan de los golpistas era detener a Macías y mantenerlo confinado, evitando un golpe militar violento.
[48] Paralelamente, soldados partidarios del golpe liderados por Eulogio Oyó y Félix Ondo Mba Nchama[51] lograron tomar el control de la ciudad.
[8] La guardia, aún leal a Macías, se atrincheró en el palacio presidencial de Bata,[48] pero pronto este fue rodeado por las fuerzas partidarias del golpe.
[20] Otra versión dice que los instructores chinos habían sido obligados bajo amenaza a participar en la contraofensiva.
Las tropas golpistas estaban mejor capacitadas, eran más numerosas y contaban con algunos elementos de las fuerzas armadas gabonesas, así como con algunos marroquíes.
[35] En este punto se produjeron violentos enfrentamientos entre el ejército de Macías y las fuerzas golpistas, produciéndose algunas bajas.
[69] El nuevo gobierno dio un ultimátum a Macías para que se rindiera y cesara su lucha.
[48] Su ejército posteriormente se rindió[35] y los golpistas tomaron algunos prisioneros, avanzando hacia la carretera de Mongomo.
[35] Otras informaciones no verídicas[81] sugirieron que Macías continuaba resistiendo en otro palacio presidencial ubicado en el pueblo de Nzeng-Ayong y tenía como rehenes a una veintena de expertos cubanos, ocho consejeros militares chinos, algunos norcoreanos, un rumano y unos españoles.
[35] Se sabe que durante los combates en Niefang, las bajas que se produjeron fueron en general numerosas (desconociéndose el número exacto)[35] y que varios partidarios civiles importantes de Macías fueron fusilados, incluyendo al alcalde de Niefang Ndong Mba Owono, el jefe local del PUNT Baca Nsuy y el dirigente de las Juventudes en Marcha con Macías Santos Olo.
[8] Otros dirigentes de las fuerzas golpistas fueron Cristino Seriche Bioko, Santiago Bee Ayetebe y Félix Mba Ondo Nchama.
[37] Se restauraron los centros educacionales,[22] se expandió la educación primaria[22] y el gobierno contactó con profesores para que estos volvieran a educar a los niños del país, que en una gran parte habían caído en el analfabetismo producto de la dictadura de Macías.
[8][123][104] Se organizaron bailes callejeros,[104] marchas y cantos,[104] mediante los cuales la población expresó su apoyo incondicional al nuevo régimen.
[37] El vicepresidente del Consejo Militar Florencio Mayé Elá, otro funcionario destacado del régimen de Macías, reconoció su apoyo al dictador depuesto pero subrayó su participación en el golpe y declaró que todos los antiguos colaboradores de Macías habían cambiado "como un sólo hombre, al ver que las cosas no podían seguir por aquel camino".
[152] En esta reunión también se discutió acerca del tipo de juicio al que sería sometido Macías.
[156] El 15 de agosto Obiang invitó al Rey Juan Carlos a visitar Guinea Ecuatorial.
[49] El presidente de Tanzania Julius Nyerere declaró que el derrocamiento de Macías había sido «una buena lección para África» y que «igual que Idi Amin,[nota 2] el tirano Macías era una vergüenza para nuestro continente y la propia OUA y Tanzania no tiene ningún reparo en felicitar públicamente a quienes han destronado al dictador de Guinea Ecuatorial».
[92][188] El juicio contó con participación popular[29] (por lo que se temió que se produjeran disturbios)[187] y la presencia de un cuerpo diplomático acreditado (contando este entre otros con el embajador francés y el embajador español Juan de Andrada),[174][189] periodistas extranjeros y observadores internacionales,[92][187] entre ellos la Comisión Internacional de Juristas, que asistió a la corte para comprobar la regularidad del proceso.
[92] En el cine Marfil fue colgada una jaula del techo y Macías fue ingresado en ésta para que las 1500 personas presentes lo pudieran contemplar desde la sala de butacas.
[200] Macías pidió también que se le restituyeran sus tierras y propiedades para poder retirarse al distrito de Mongomo con su familia.
[92] Por su parte, el fiscal Jones adoptó una actitud histérica a la que Macías respondió con la frase "la justicia no es violencia".
[201] Macías volvió a rechazar todas las acusaciones y el interrogatorio se tornó muy tenso, incluyendo insultos.
[202] Macías aprovechó, por ejemplo, su sordera para decir que no escuchaba las preguntas formuladas por el Tribunal.
[92] Macías desconoció nuevamente las torturas y asesinatos masivos llevados a cabo durante su dictadura, asegurando que ignoraba el genocidio ocurrido en las distintas cárceles del país.
[92] Durante el juicio, Macías recibió varias amonestaciones por parte del Tribunal Militar, acusando a los jueces de parcialidad.
[92] Si bien los rumores no eran reales, lo cierto es que Macías intentó comunicarse con un funcionario de la embajada soviética para pedir ayuda.