El pronunciamiento fue llevado a cabo con el apoyo discreto del gobierno de los Estados Unidos y especialmente la recién creada Agencia Central de Inteligencia, posiblemente asistida por el Partido Social Nacionalista Sirio, aunque se desconoce si al-Za'im fue miembro del mismo.
[5] El levantamiento fue también descrito por la autora Irene Gendzier, quien afirma que «los agentes de la CIA Miles Copeland y Stephen Meade... estuvieron involucrados directamente en el golpe».
[6] Un objetivo primordial de la política estadounidense en la Siria de entonces era conseguir la construcción del Oleoducto Transarábigo (Tapline), cuyo proyecto había sido bloqueado por el gobierno democrático sirio y posteriormente ratificado inmediatamente por las nuevas autoridades llegadas tras el motín castrense.
[8] Al primer ministro Muhsin al-Barazi se le encomendó la tarea de coordinar las negociaciones secretas con Israel para un tratado de paz entre ambos Estados y discutir una posible cumbre entre el primer ministro israelí David Ben-Gurión y al-Za'im.
[2] Al-Za'im suscitó una rebelión entre sus oficiales por su acto de deslealtad a Antún Saade, el fundador y presidente del PSNS.