El álbum marca el retorno del tecladista Rick Wakeman, quien se había alejado casi dos años antes, tras la edición del doble álbum Tales from Topographic Oceans, para seguir su carrera como solista.
El disco recibió buenas críticas, y estuvo al tope de las listas británicas por una semana.
La carátula del álbum, encargada al prestigioso estudio gráfico Hipgnosis, retrata a un hombre desnudo frente a una imagen futurista e imponente del complejo Century Plaza Towers, de Los Ángeles.
Allí, luego de un mes de ensayos, quedó claro que la química musical del grupo con Patrick Moraz no funcionaba más y la banda le pidió que se fuera.
Entonces el mánager, Brian Lane, contrató a Wakeman en calidad de sesionista invitado.
Ahora que completé ese círculo, volver a Yes es algo casi lógico, natural.
Con respecto a la composición del tema, Squire decía: "Se trata de un amor espiritual.
En algún momento pudo haber integrado mi primer álbum solista ("Fish Out of Water"), pero lo pensé mejor y lo reservé para un futuro disco de Yes.
El tema se compuso en Suiza y Anderson dice que: "Era un hermoso día.