Conocida como la Capital de las Flores o como Pequeña Goiânia, es una ciudad industrial con su población urbana.
Cada seis meses el montava en su burrico y visitaba varias haciendas de los alrededores como a Pinguela Preta, Sao Domingo, Boa Vista y Meda Ponte.
Las tierras fueron donadas y se construyó una capilla en alabanza a Sao Geraldo.
Una aserradero fue montado en la Hacienda Boca del bosque para la fabricación de tacos y forros usados en la construcción del Gran Hotel, Teatro Goiânia y otras obras.
Veinte años después el municipio fue creado por la ley estatal nº 2.363.