Gobierno de Mauritania bajo el Alto Consejo de Estado

El vicepresidente de la Alianza Popular Progresista manifestó que, tal y como ya había hecho con anterioridad, se oponían a la formación del gobierno provisional y deseaban el regreso al orden constitucional.

Los dos primeros se manifestaron favorables a participar en la formación del nuevo gobierno; el Tawasoul ya había manifestado con anterioridad su oposición a la iniciativa de un gabinete bajo el Alto Consejo de Estado.

[11]​ En decreto aparte, el presidente del Alto Consejo nombró a Mohamed Lemine Ould Guig, antiguo primer ministro, como Secretario General del Alto Consejo de Estado.

[19]​ Sobre las reacciones internacionales a raíz del golpe y con el nuevo gobierno, redujo su importancia, afirmando que había apreciado comprensión.

También refirió el problema del extremismo islamista que propuso combatir y una nueva política de pesca para incrementar el valor añadido de los productos del mar.

[22]​ El programa fue aprobado por la Asamblea Nacional en la última sesión del periodo extraordinario de sesiones, sin que asistieran a la reunión los partidos opuestos al golpe ni la Reagrupación de Fuerzas Democráticas.

[30]​ Además, señaló que la condena internacional, la propia situación en el país y la posibilidad de una crisis económica más intensa aumentaba los riesgos y el aislamiento.

[34]​ El diario Le Calame indicó que era una provocación a la comunidad internacional y podía desatar una espiral de nuevas sanciones y un «intento de normalizar una situación anormal»,[35]​ Biladi destacó que «el nombramiento del nuevo gobierno no ha generado mucho entusiasmo.

[37]​ Unión Europea: Javier Solana, Alto Representante de la Unión en Política Exterior y de Seguridad, manifestó que el gabinete era «ilegítimo», y que la única solución para superar la crisis era la vuelta a la legalidad con la liberación del Presidente depuesto y el retorno a sus funciones.

[38]​ Francia rechazo el nombramiento del nuevo gobierno al que consideró falto de legitimidad.

Estados Unidos, a través de su embajada en Nuakchot, declaró oficialmente el 2 de septiembre que no reconocía al nuevo gobierno, sino a los depuestos Presidente y Primer ministro, al tiempo que amenazó con sanciones a los miembros integrantes del nuevo gabinete: Además en un comunicado del 3 de septiembre, el gobierno estadounidense suspendió también la ayuda militar y reafirmó su condena más enérgica,[41]​ coincidiendo con un viaje iniciado por el Magreb por Condoleezza Rice, Secretaria de Estado de los Estados Unidos, que visitó Marruecos, Túnez, Argelia y Libia, excluyendo expresamente Mauritania.

Mientras que unos diputados y partidos, agrupados en torno a la Reagrupación de Fuerzas Democráticas, deseaban un calendario electoral claro y el compromiso con los militares de que no participarán en las elecciones, y así lo hizo saber el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Kane Hamidou Baba, otros diputados, sobre todo disidentes de la formación del depuesto Presidente, no mostraban particulares problemas sobre ambas cuestiones.

[48]​[49]​ Las discrepancias llegaron a un punto el 10 de septiembre, que la Reagrupación de Fuerzas Democráticas declaró formalmente suspendidas las negociaciones sobre las nuevas elecciones presidenciales con el resto de parlamentarios y fuerzas políticas que apoyaron el golpe mientras no se impidiera que los militares participasen en el proceso, y dijeron quedar «sorprendidos por la absoluta obstinación de nuestros socios en pretender dejar la puerta abierta a los miembros del Alto Consejo a una candidatura a las presidenciales».

También acordó que se impidiera presentarse en las próximas elecciones a los militares implicados en el golpe y la gestión posterior, el restablecimiento de la Comisión Electoral Independiente y el nombramiento de un nuevo gobierno de unidad nacional hasta la nueva elección presidencial.

[68]​ El 20 de agosto se iniciaron las sesiones del Senado y la Asamblea Nacional.

Dicho Tribunal era el competente para juzgar a altos cargos de la administración y estaba compuesto por cuatro diputados y cuatro senadores, elegidos por las respectivas Cámaras.

La Fundación calificó el acto como barbarie contraria a la ley.

[78]​ Una semana después, Khattou Mint Boukhary, esposa del depuesto presidente Abdallahi, fue detenida por la policía en su domicilio, y trasladada a la fuerza al Senado para declarar ante la Comisión, negándose a hablar por considerar el órgano ilegítimo e ilegal según informó su hija, Amal Mint Cheikh Abdallahi.

[82]​ Los partidos opuestos al golpe no asistieron a las convocatorias por considerarlas ilegales e inconstitucionales.

[69]​ Además, dijeron que los miembros elegidos para el Tribunal Superior sólo se representaban a sí mismos y no a la Asamblea Nacional al no haberse seguido el procedimiento legal.