El dictador Antonio Guzmán Blanco había gobernado el país encabezando el Partido Liberal, que tenía proscrita la oposición.
Guzmán se había vuelto impopular, y desconfiaba de la influencia y las intenciones políticas del expresidente Joaquín Crespo, por lo que sugirió una convención del partido para elegir un candidato.
De cinco candidatos, resultó electo con 6 votos el civil Juan Pablo Rojas Paúl, un experimentado abogado.
[1] Durante este tiempo hubo un auge en los precios del café, lo que fue favorable a la economía nacional.
[1] De acuerdo con el historiador Wilmer Ávila, el bienio de Juan Pablo Rojas Paúl «representó el inicio del agotamiento del modelo político liberal creado e impuesto por Antonio Guzmán» y según este «la mayor virtud que podemos aplicarle a Rojas Paúl, fue su habilidad para realizar durante su gobierno el proceso que llevó al fin de la hegemonía de Guzmán Blanco y los suyos sin ninguna consecuencia violenta».