A causa de su alta población y sus numerosos votos electorales, Florida es considerada por los analistas políticos como un estado clave ("swing state") en las elecciones presidenciales.
En Miami los demócratas-liberales luchan por el control político con conservadores, esencialmente de origen cubano.
Tampa era tradicionalmente un feudo demócrata, pero recientemente la situación se ha polarizado y es gobernada por los republicanos.
Siendo un estado con mucha población hispana, los grandes debates ideológicos reciben influencia trasversal de tendencias culturales, históricas y religiosas inusuales en el resto del país.
Florida es uno de los nueve estados que no impone impuestos sobre la renta.