Posteriormente estudió composición musical, siendo alumno de los maestros Arthur Nikisch, Leopold Schimid y Ferruccio Busoni.
Dentro de sus primeros trabajos operísticos destacan la opereta Das Bett der Pompadour (1910) y la ópera Tulia (1912).
Estas piezas estaban clasificadas por palabras que representaban un estado de ánimo o carácter; estas partituras ofrecen explicaciones sobre la acción en la pantalla y consejos sobre el volumen y el tempo de la música.
En este puesto trabajó con los directores famosos de la era del cine mudo alemán como Fritz Lang, Friedrich Wilhelm Murnau, Georg Wilhelm Pabst, Ernst Lubitsch, Ludwig Berger, Joe May y Berthold Viertel; arregló y compuso música para sus películas.
En 1921, Becce fue el editor del Kinomusikblatt, que en 1926 pasó a llamarse Film-Ton-Kunst, una revista para la ilustración musical artística de la fotografía.
Con la llegada del cine sonoro, trabajó en películas que cubrían temas de ópera u opereta.
Trabajó con Leni Riefenstahl, Luis Trenker y Harald Reinl cuyos filmes fueron compuestas por Becce.