Más no era este el único factor detonante, además se propuso ejecutar la gira por otros factores, como la recaudación de fondos para un monumento a Beethoven en Bonn además de la ruptura con D’Agoult y las motivaciones genéricas que le movieron durante su Glanzzeit o máximo esplendor.
"Usted no me había prevenido suficientemente sobre las maravillas de Sevilla […]",[2] declara Franz Liszt en una carta anónima.
En las seis semanas que dura su estancia, conoce a la reina María II de Portugal y a los músicos locales, además toca exclusivamente para la reina en el Palacio Nacional de Ajuda.
[3] Su última estancia en España fue el 4 de abril en Barcelona, ofreció seis conciertos que tuvieron lugar en la Sociedad Filarmónica y en el Teatro Nuevo.
Su gran aportación histórica a la música se resume en que amplió los medios de la escritura musical y la interpretación del instrumento del piano e impulsó la música que se crea por diferentes motivos extramusicales.