Allí fue instruido por el director Ciro Ferri, quien había sido alumno de Pietro da Cortona.
Sabía cómo desarrollar su propio estilo que llegó a identificarse, en una feliz simbiosis, con el de Cosme III.
Esto le permitió especializarse en pequeños bronces,[2] producción que realizó principalmente y de forma rentable para la exportación.
Significativa fue su actividad como arquitecto, donde realizó la mayoría de los palacios florentinos en construcción o reconstruidos en el momento.
Entre sus seguidores se encuentran Ferdinando Fuga, Filippo Della Valle, Balthasar Permoser y Giovanni Baratta.