Esta teoría se basa en el hecho de que, según un estudio llevado a cabo por el mismo Carbone, la venta del territorio de esta pequeña aldea por los monjes saboyanos que vivían allí, ocurrida en 1729, al Duque de Saboya nunca se ha registrado.
[4] En los años noventa del siglo XX, su gobierno simbólico aprobó los Statuti Generali y el Reglamento del principado, produjo monedas (Luigino), sellos, documentos y placas de matrícula para automóviles, aunque sin ningún tipo de valor legal.
El luigino, la moneda seborgana, se utiliza en varias tiendas en la ciudad y ha despertado cierto interés en cuanto a los coleccionistas y fanáticos de la numismática.
También durante su gobierno se han colocado torres de vigilancia en los lugar que alguna vez fueron la frontera del antiguo Estado y se adoptó una bandera y un himno.
A través de los esfuerzos del príncipe Giorgio I, Seborga ha tenido en algunos medios cierto protagonismo: por ejemplo, en el 2005 Carbone participó en el programa Cómo iniciar tu propio país, un documental de la BBC.