Más tarde se mudó a París donde se convirtió en estudiante, amanuense y médico doméstico de su mentor, el influyente neurólogo contemporáneo Jean-Martin Charcot, director del Hospital de Salpêtrière.
En 1893 (o 1896) una antigua paciente disparó a Tourette en el cuello, afirmando que la había hipnotizado en contra de su voluntad; aun así, sobrevivió al ataque.
No obstante, siguió organizando conferencias públicas en las que hablaba de alfabetización, mesmerismo y teatro.
Tourette publicó un artículo sobre la histeria en el Ejército alemán, que irritó a Otto von Bismarck[cita requerida], y otro artículo sobre las condiciones antihigiénicas en los hospitales flotantes del río Támesis.
Analizó, con Gabriel Legue, el relato de la abadesa Jeanne des Anges sobre su histeria, que supuestamente estaba basada en su amor no correspondido por el sacerdote Urbain Grandier, que sería quemado más tarde por brujería.