Fue descripta por primera vez en el año 1814 por el naturalista e ilustrador británico James Sowerby.
[3] Al formar parte de un grupo extinto, no es posible realizar una comparación directa con organismos actuales.
[3] Sin embargo, por la morfología de las valvas, características anatómicas y aspectos paleoambientales se infiere que se desempeñaban como organismos bentónicos, semi infaunales que habitaban aguas poco profundas, ligándose a un sustrato blando mediante un biso.
A partir de este último, se extendieron hacia Asia, África y Sudamérica.
[5] En Argentina solo se han encontrado ejemplares en la Cuenca Neuquina, más específicamente en la Formación Agrio, donde abarcan desde el Sinemuriense superior-Pliensbachiense hasta el Barremiense Inferior.